En Ciudad de México "los toreros [...] caminan con movimientos seguros, orgullosos, con magnífica entereza. La gente se vuelve a mirarlos. En el rostro llevan algo frío, siniestro, implacable. También hay historia de exaltación, de peligro, de fuga. Lo sabes, sin que nadie te lo diga sabes que están mirando a un verdugo, a una especie de verdugo moral".
La llama inmortal de Stephen Crane (pàg. 357)
Paul Auster
Seix Barral
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