Façana de Bristol (Anglaterra), maig del 2008. Foto: Toni Latrilla
Volviendo a la narrativa de Chéjov todas las noches, escuchando el grito angustiado del ser humano dentro de la sociedad, atrapado y triste, de las esposas bien educadas que durante la cena con invitados se preguntan "¿Por qué sonrío y por qué miento?", de los maridos, aparentemente estables y seguros, llenos de "verdades convencionales y engaños convencionales". Simultáneamente, observo el modo en que Chéjov, con sencillez y claridad, aunque no con tanta impiedad como Flaubert, pone de manifiesto las humillaciones y fracasos -peor aún: el poder destructivo- de quienes buscan cómo salir del encierro que suponen las restricciones y la convención, del omnipresente aburrimiento y de la agobiante desesperación, de las situaciones maritales dolorosas y de la endémica falsedad social, para acceder a lo que consideran una vida vibrante y deseable.
El profesor del deseo (pàg. 156)
Philip Roth
Debolsillo
No he llegit aquest Roth... Recomanable?
ResponEliminaEn 156 pàgines ni he saltat, ni he fet cap carrera traient la llengua, ni he volat perquè no sé volar, i m'ha fet anar per on ell ha volgut, descobrint racons i més racons de la relació d'un ésser (i dels éssers) i el plaer sexual sense cap cop abrupte, respirant amb tranquil·litat. Uns diàlegs i unes reflexions (monòlegs), que em pregunto, com s'ho fa? Llibre de 253 pàgines.
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